A Z U L
A z u l es el pan que tomo,
azules las trifulcas que destierro,
la mirada del alma azul,
azul la risa del que ama.
El abrazo de mi padre
y la espalda de un ángel,
el trino del ave,
azul mi boca al besarte.
La sombra de los cipreses,
el más emotivo poema,
azules dos cuerpos amándose,
tan azul la hierba
que indomable crece.
Azules los años que me restan,
azul también,
la poesía que me aguarda.
El agua que te alimenta,
los nimbos de los bebés,
la moneda de los espíritus nobles,
azules,
azul el ruido de la charca
cuando atardece.
Azul es el cielo que por mí vela,
azul la mar que de inconcebida calma
me envenena.
Azul el nacimiento de una vida,
así tan azul como el hogar de una estrella,
azul la indómita creación del artista
y el pulso de la montaña.
Si pido perdón,
azules las venas que me recorren,
el silbido de una nube,
azul la túnica que viste el aire.
Los tobillos del afligido
y las voces de los difuntos,
azules.
De un magnífico azul
que resplandece,
es la poderosa razón
del hombre.
Setefilla Almenara Jiménez
Déjame tu opinión, gracias.
Al leer el poema he creído ver a Rubén Darío en medio de su mar Azul, a he creído oir a Ismael Serrano y su "Atrapado en Azul". Desde hoy cuando vea el cielo azul me acordaré de Sete. GRACIAS.
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ResponderEliminar¿Además de Rubén Darío e Ismael Serrano te acordarás de mí, Francis?
Pues es un detalle que valoro, tanto como tu lectura.
Buenos días, y gracias a ti.
Sete
Me golpeará en mi cabeza el poema Azul con la rúbrica de tu nombre. Uno tiene un cuaderno con la tapa azul donde guarda todo aquello que le despierta del tedio y en cierta forma le recuerda que está vivo. También tengo una cuaderno de tapa gris donde se guardan aquellos momentos que no quiere volver a vivir, nunca volver a vestirse del viejo marinero Sisi y cometer los mismos errores. Buenos días y gracias.
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