miércoles, 16 de noviembre de 2011

¿QUIÉN, QUÉ, CUÁNDO?

Imagen obtenida de Publicdomainpictures.net










¿QUIÉN?...¿QUÉ?...¿CUÁNDO?.



6:00am 
El sueño me ha abandonado y he tomado el lápiz ahora.
Este papel de dibujo siempre espera que lo acaricie con formas, composiciones, sombras que se ocupen de relegar el color crema a la nada, que transformen su desnudez definitivamente en un retrato admirable, ser alguien, al fin.
Hay una fuerza que labora en mí y que me obliga a dibujar letras, no obstante.
Hay también, he de decir, una serie de sensaciones en el interior que quieren salir, rebelarse, decir que incluso ellas han de ocupar su lugar en el espacio.
En este momento el lápiz,- hace unos minutos dormitante- , es canal caliente de palabras.
Como decía, en el interior, la parte física que escapa al ojo ajeno, que no es carne por tanto del juicio ajeno, se lleva a cabo un experimento constante, hay una tesis por elaborar, una proposición en continua evolución, un hallazgo que nunca se va a dar en su forma definitiva. Mi vida se reduce, se engrandece también, creo, en la inacabable búsqueda.
Aún es madrugada y eso me gusta, hay un grillo que me acompaña con su ululante fricción en algún lugar ahí fuera, tras la ventana de este cuarto de estudio.
Como dato, decir que es en los espacios abiertos cuando normalmente ocurre, soy un individuo que suele mirar arriba con frecuencia, me inquieta lo que sobre mi cabeza tiene lugar.El cosmos y su negrura; los puntos de luz que arrojan claridad apenas a un recoveco de su infinito misterio; el Sol y su naturaleza destructiva y vivificante y que decir de la Luna, no hay cuerpo más silente, más perenne, esfera de dinámico carácter más enigmática y atractiva.
Todos esos fenómenos ahí arriba operan cíclicamente, imperturbables, ocupando su lugar, con una matemática precisión, serenos consigo mismos, saben lo que han de hacer y también en que momento hacerlo, tienen una vida definida y gloriosa, hacen lo que todos esperan que hagan.
A este lado, aquí abajo, yo. 
Cobra fuerza en mí el pensar que todas las energías desprendidas "del arriba", vienen a confabularse para lanzar sobre mí, así a bocajarro, la interrogante.
¿Quién soy yo?, tras impactar sobre mi cuerpo la púa, siempre a continuación se hace un silencio espantoso.
La pregunta se manifiesta como un ente quimérico con tres cabezas, actúa como columna vertebral que da sentido a otras dos que la acompañan.
¿Qué?.- Iimagino que lo que viene a significar es ¿qué es lo que se espera de mí?.
¿Cúando?, ¿en qué momento de mi discurrir he de acometer la misión que se me ha encomendado?.
En la amplitud del silencio que se da, se pone de manifiesto la irrelevancia de mi existencia.
Tal vez hacer que mi leve existencia trascienda hacia alguna relevante proeza sea mi cometido, pero, ¿cómo saber?,¿y en qué momento habré de poner fín, de culminar?.
Al mirar arriba vislumbro, empiezo a comprender la naturaleza de mi ser, la idea primaria es que soy un cúmulo de carne aparentemente bien configurada, un fluir de energias capaz de generar movimiento por sí solo.
Un blanco perfecto para la púa. Pero resulta que al recibir el impacto ocurren cosas, en el cerebro los chispazos eléctricos empiezan a modificar el recorrido hacia un nuevo mirar. Presumiblemente un nuevo y esclarecedor modelo de actuación. Ese fenómeno me lleva a buscar, buscar el camino que me lleve a las respuestas, si es que existen, mirar aquí, allí, observar, asimilar. Una práctica que me convierte automáticamente en una buscadora en potencia, tal vez ésa sea, al fin, mi misión; la inacabable búsqueda.
En realidad no creo que se me haya atribuído en el momento de mi nacimiento la virtud de ser sustancialmente especial, de ser para el mundo alguien cuya presencia sea capaz de desprender una luz negada para otras personas, como mi venerado Mahatma Gandhi.
Buscar es, desde luego, una misión más práctica.
Son las 8:00 am y llevo dos horas escribiendo, creo que por esta vez las letras ya han tirado bastante de la cuerda… 

Setefilla A.

Déjame tu opinión, por favor.




4 comentarios:

  1. Escribeeeee!!!
    Sete escribe! que leerte es siempre un regalo!
    Una preciosidad tu blog! enhorabuena!
    abrazos! ML

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  2. observar el firmamento siempre invita a formularnos las tres famosas preguntas. Los fenómenos físicos de aparente imperturbable precisión matemática, lo son solo a nuestros ojos, una percepción motivada por nuestro corto trayecto por la vida conocida. Pero no nos diferenciamos demasiado de los astros en este sentido, Las estrellas también nacen y mueren, pero su tiempo es diferente; el tiempo...¿Será una realidad tangible, o solo una apreciación humana? Ahí te dejo el interrogante, ¡Ah, se siente! No haber empezado tú...

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  3. La percepción que tenemos del factor tiempo,¿cómo escudriñar sus entresijos?...sí, a mí lo que me hace falta es que me siembres más "questions"¿cómo yo ya de por sí genero pocas...?

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  4. M.Luísa,¿qué escriba,dices?. ¡Mi niña pero si no paro!jejeje

    (como ya sé contestar por aquí, pues éso)

    Gracias por leer.

    Besos

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