Prosa a la que guardo gran cariño por escribirla tras leer a Juan Ramón Jiménez. Pocas veces he leído relatos de estilo tan distinguido como el que se desprende de su prosa. Así fue como di forma a "Domingo", conducida de manera subliminal por lo aprendido en esas páginas; Escribir lo que nace tras leer a los autores amados, no puede ser de otra manera.
Se narra en voz masculina, entiéndase este gesto como un tributo al autor.
D O M I N G O
Qué relente dominical por la mañana temprano pulverizándolo todo. Qué detenimiento se averigua en las cosas, con qué cuidados maternales han sido organizadas antes de que el sol alumbrara desde el cénit. Anoche, cuando encajé los postigos de mi cuarto era todo destartalado; los colores tísicos, desmayados, y las figuras se enderezaban sin presencia, todo borrándose. Y ahora que me levanto en el domingo nuevo, me creo haber nacido esta noche pasada, viéndolo todo como estoy, con el ancho encanto de la novedad. Se me antoja ponerme la chaqueta clara, la que está sin usar aún. Me la voy a ceñir yo despacioso, como lo hace el tal que no esperan en la iglesia o el casino, en ninguna parte. Y después, cuando entre el día con los dos pies en la casa y ande por ahí hurgando en todo lo mío, en el sillón de anea me dejaré caer innecesario a ver el mundo desplazarse con desaire, como un tren tardón que pasa destinado a una aldea imaginada un segundo antes… Y el sol de hoy, —que es de manteca—, chorreará amigable de una derretida melaza el paisaje bajo, también mi sillón, mientras que yo estoy tranquilamente, endomingado.
Setefilla A.
Imagen extraída de la red |
Mejor con tu opinión, gracias.
Bello texto y buenos ropajes. Endomingado. Besos
ResponderEliminarMagnifico texto, Setefilla.Me encantan esos "colores tísicos, desmayados".
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias por esa fidelidad, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te agradezco la lectura y el estimulante comentario, Alfredo.
ResponderEliminarBesos.
Ya conoces mi devoción por el maestro de Moguer y mi cariño por esta bonita prosa. Siempre es un placer su lectura.
ResponderEliminarBesos de algodón.
No te cansa su lectura y que vengan muchas más, yo agradecida, amigo. Fuerte abrazo sureño.
ResponderEliminarUn texto cuidado. Precioso.
ResponderEliminarTe agradezco el comentario, Raúl.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cada vez que te leo noto que has crecido, como cuando la nata y la leche estaban al fuego.
ResponderEliminarMil gracias, poeta, es un cumplido hermosísimo.
ResponderEliminarUn abrazo, Juanma.
Mil gracias, poeta, es un cumplido hermosísimo.
ResponderEliminarUn abrazo, Juanma.