domingo, 17 de julio de 2016

Mi verano sonoro tiene una banda



Disfruté todo lo que pude el concierto de la banda Anaut. Fue mucho, muchísimo. Asistir a un concierto que da una banda de la que se desconoce todo tiene sus riesgos, el verano es fugaz y no quiere uno andar gastando las noches dulces sin pena ni gloria. No digo que no las haya, también tiene que haberlas. Del grupo de soul no conocía ninguna canción que esperar, esa canción que es la tuya, qué demonios, siquiera conocía a la banda. Fui hasta allí, esperé a que subieran al escenario, lo hicieron y se metieron rápidamente en faena. Tras la escucha del primero de los temas entendí que no podía estar en un lugar más oportuno que aquel,  ni darme a otros músicos que no fueran esos, porque sonaban de escándalo, y porque con un solo tema mis expectativas acerca de los siguientes aumentaron sensiblemente. Dos discos en el mercado, el primero de nombre "140", que responde al número de mecenas que lo apoyaron en el lanzamiento. El segundo, este que nos presentaban en la Huerta de San Vicente titulado "Time goes on". Alberto Anaut, el vocalista, guitarrista y compositor, que además da nombre al grupo, de voz cálida y rasgada que pasea al antojo por el soul  mostrando buen gusto, dice entonces que esta segunda compilación es una mezcla de músicas negras, ahí es nada, supe que iba a ser una gran noche. Lo fue. Soltaron uno tras otro los estupendos temas, ("When you take it slow" fue para mí  la sensación). Poco a poco, el que de primeras era un público sentado y comedido aunque muy atento, terminó levantado de las sillas y rendido a esa fiesta de baile e instrumentos a toda pastilla que fue ese conciertazo de verano. Concluyeron los de Anaut, se despidieron y se marcharon. De seguro conscientes de haber logrado esa complicidad con el público a la que todos los artistas aspiran, volvieron a subir y nos regalaron otros cuatro o cinco temas del disco anterior, no daba crédito a que algo tan bueno, tan casual, estuviera ocurriendo. 
Larga vida a Anaut. Aquí una fan.





Mi canción






Esta soy yo en la interpretación del artista Rafal Olbinsky, reflexionando en la calma de una noche de julio, llena de contento porque este, mi verano sonoro, tiene una banda. Está bien, no soy yo. Podría serlo.

4 comentarios:

  1. La música y el verano... hay cosas indisolubles. Besos

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  2. La música está con uno todo el año, pero la del verano tiene más reminiscencias.Comprobado.
    Un beso.

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  3. Verano, noche, y música en directo... falta que se persone el amor y la pasión. Envidiable velada, según nos cuentas tan bien.
    Besos

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  4. El amor y la pasión, qué es la buena música en vivo sino eso?
    Abrazos.

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