sábado, 19 de enero de 2013

EN EL OJO DEL HURACÁN O EL TIEMPO NUNCA ES PERDIDO




             A quien esté ahí buenas tardes, espero que haya alguien —como dijera Antony Hegarty de encomiable manera—. Andurreo de vacaciones, días libres, sabáticos, selváticos, salvajes, indisciplinados días, o como se los quiera llamar. Y qué maravillosa sensación sentir que uno es dueño de su tiempo, ¿cierto?. Tenía pensado acercarme a la costa y pasar el día a la verita del mar y sus tesoros zafiro. Es algo que me recrimino con frecuencia, no verlo más a menudo, viviendo en una ciudad costera, como vivo, y haciéndome tanta falta, como me hace, en fin, las cosas. Si bien esta mañana cuando he despertado me ha parecido estar en el ojo mismo de un huracán. No es que lloviese copiosamente, con mala leche, que lo hacía. Es que, por añadidura, al toldo de mi habitación se le averiguaban ganas de arrancarse rumbo a Cincinnati. Lo que viene a ser un día de perros, o de perras.—Nunca entendí el por qué de la expresión, se me ocurren perros que viven como Dios, y perras—. Por el contrario me quedo en casa, dentro de mi bata color morado. He sabido recientemente que tal color es de nostálgicos, de haberlo sabido hubiera optado por otro, claro que, tal vez esta bata haya contribuido al desarrollo de muchos de mis melancólicos poemas, que las cosas no ocurren por casualidad casi nunca. Bien por causalidad o sincronicidad, que es lo mismo, bien por la ley universal de la atracción. 
          Si es que hay alguien ahí, espero que haya alguien—como dijera Antony Hegarty de encomiable manera—, no vaya a creer que ando desaliñada por lo del día de perros, o perras. Por andurrear desocupada. Nada por el estilo. En bata pero arreglada. Que no hay terapia más resoluta que la de procurarse uno buen aspecto. Camiseta color fucsia y rebeca color verde brillante. En torno al cuello pañuelo estampado, evocando primaveras livianas de la Inglaterra del XVIII. No, no han sido estas unas prendas escogidas al azar. Cromoterapia puramente, que ando sensibilizada con la cuestión. En casa me quedo, digo. Mi hogar es mi templo, ¿lo he dicho alguna vez?. Esa es una Frasesentencia. Una proclive a los Fotomensajes del Lápiz tan manso. No desestimo la opción. La de quedarme de puertas adentro, refiero. En casa encuentro los suficientes estímulos como para desterrar el hastío del desocupado mal avenido. Mi tiempo nunca es perdido, sino vivido, suelo decirme. Me vanaglorio de esta auto afirmación —hala, otro Fotomensaje—. Escuchar música empleando la conciencia plena, o leer lo de otros o lo mío propio será la encomienda de hoy. Y cuando proceda, que procederá, saldré al espacio abierto, a andar por ahí. 
          A propósito de la música, es de considerar que no hay una sola Música, antes al contrario, hay muchas músicas. Solemos agrupar la música conforme a las connotaciones emocionales que nos propicia. Por mi parte es de esperar que, como andurreo de vacaciones, días libres, sabáticos, selváticos, salvajes, indisciplinados días, o como se los quiera llamar, y haciendo el día de perros que hace, o perras, vaya incurrir en el recreo de los poco circunspectos reductos del musiqueo. Dicho en cristiano, en la que doy a llamar música del buen rollito. ¿Cuál cantante fue el propulsor de este movimiento, así que recuerde, a bote pronto?. Se me ocurre que Diego Torres, tal vez fuera otro, otros muchos. Pero sí, él lo hace bien, imbuye sus canciones de eso que llamamos esperanza. Parece que ahora «Macaco» bebe de la misma fuente, propagando que, el amor es el único camino, e ideales similares. En última instancia ha saltado a la palestra «Efecto Pasillo», grupo o solista, lo desconozco. En fin, gente positiva, cantanteschispa, que haberlos haylos, por suerte para los musicoyentes. Pero, el movimiento es lo que tiene, que se demuestra andando. Mientras que el toldo sigue en volandas, dale que te pego, y la lluvia sigue lanzando metralla sobre la decrépita urbe, me dispongo a escuchar la música propuesta. Buenas tardes a quien esté ahí, espero que haya alguien —como dijera Antony Hegarty de encomiable manera—.

sEtEfIlla


 


 














Déjame tu opinión, gracias.

9 comentarios:

  1. Sete, nuevamente no ha salido publicado mi comentario.

    Te decía que me ha gustado mucho tu lectura cuando no tengo que mirar palabras en el diccionario para entenderte.

    Por cierto, he percibido muchos guiños en tu entrada.

    Gracias.

    besitos.

    LOLA.

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  2. Una buena elección lo de quedarte en casita con ese día de perr@s, y por supuesto el hacerlo con decoro y elegancia, y de forma tan colorista...fucsia, verde brillante, morado...jejeje, todo un precioso arco iris para un día gris.
    Entretenida crónica hogareña.
    Un beso.

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  3. Esteban, antes muerta que sin decoro y elegancia...

    jeje, me alegra haberte entretenido con esta crónica humorística.

    Besote

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  4. Respuestas
    1. Así lo esperamos cuando damos a "publicar", amigo. Feliz tarde.
      Un besote.

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  5. Bien elegido el deseo de acercarse a la costa (al mar en definitiva) que para mí siempre tiene premio en reflexión... y bien elegída también la música... que no falte never.
    Ya ves... que sí hay alguien., y que Antony Hegarty tenía en sombra, la esperanza positiva de que así fuera.
    Un saludo.

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  6. Sir, y qué gran tema ese de Hegarty, como tantos otros con su grupo y en solitario.
    Gracias por venir.
    Saludos.

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  7. Sete. Dentro de mi webanalfabetismo escarbé en el google plus y te encuentro con agradable frecuencia y aunque con retraso te ire comentando.
    Un gripón de perro intentó matarme y no me dejé llevar al macabro reinado de la eterna sonrisa huesuda.
    No escatimé armas. Gárgaras de yodo,vitamina C,Golden Seal,(sello dorado un polvillo de la India),agua,jugos de frutas y verduras,momentos de ayuno,salir con los perros a temperaturas de 107grados Celsius, y no acabo de salir pero mejoré.
    Besos. Suerte con la cromoterapia, ando camiseta de amarillo curativo.

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    1. Me gusta que escarbes :)
      Vaya, siento que andes pachucho, la gripe le deja a uno k.o. Menos mal que sabes cuidarte, eso es lo bueno, poco a poco te pondrás bien y seguro que esa camiseta hace lo suyo, mucho ánimo, amigo.
      Un besote.

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