lunes, 29 de julio de 2013

CICLO GRANADA Y LORCA( 2013) CRÓNICA



Lorca de púrpura y de vid
Lorca de ceniza alegre
rompe morena la pasión
hace dolerse a la sangre
...


Afloran estos versos que escribí, por causa del pasado sábado. Por tercera vez me di cumplida cita con el ciclo “Granada y Lorca”. Un ciclo conmemorativo de la obra del poeta Federico García Lorca que se celebra en el recinto de la Alhambra, en los hermosos jardines Del Generalife durante el periodo estival, y que tiene por fin llevar la obra lorquiana a las artes escénicas. Flamenco y Lorca son uno, así pues. Lo atesoran los espectáculos de los que, hasta la fecha, he dado buena cuenta. Representados en ciclos respectivos los poemarios, “Diálogo del amargo”, cuya dirección estuvo a cargo de Mario Maya, y del que, la imagen del bailaor que encarnaba a la muerte, de coreografía y caracterización esperpénticas, me es imposible desprenderme. Asimismo, en ciclo posterior “Poeta en Nueva York”, modernista, profundo, y atribuible a la coreógrafa Blanca Li. En cierto punto del desarrollo, hizo Blanca a sus bailarines masculinos danzar bajo una cortina de agua, que era física y palpable, en la que era una danza sutil. Me pareció que aquellas esculturas vivas, ensimismadas bajo el agua, por entre el agua, ataviadas únicamente con un calzón, eran mismamente unos ángeles de belleza y sensualidad toda. Granada y Lorca, lances de danza flamenca, cante jondo, y poesía andalusí. También así el presente ciclo, Duende, han dado en llamarlo sus creadores. En esta oportunidad, Duende aúna triple oda a los hacedores Lorca, Falla, Morente, hacedores del folklore granadino y español. La del pasado sábado fue una noche con magia y duende, otra más. Duendes había por lo menos dos o tres, quizá más. Diez bailaores, cinco ellas, cinco ellos. Guitarras tres. Una cantaora, tres cantaores. Un percusionista. También hubo, como en los anteriores, pasajes de arrolladora fuerza, de pasión sin medir. Describiré uno que me hizo salir una lágrima cristal, una cristalina lágrima, pura como lo fue la emoción que la arrancaba. A un extremo del escenario en penumbras, sentado en la anea, bajo un caño de luz tocaba un solo el guitarrista principal, Luis Mariano. Desde el extremo opuesto del gran escenario e iluminada en la misma manera, va a su encuentro con paso quedo, la cantaora Rafaela Gómez vestida como una gitana antigua. Canta esta versos de Lorca, no le quita un punto la vista a Luis, se dirige despacio, con raza se encoge, se estira, le canta, la guitarra responde, le canta ella otra vez, le canta y yo no respiro…


Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas
...


Mejor con tu opinión, gracias.

5 comentarios:

  1. no me gusta copiar de los demás, pero...¡¡GUAPAAA!!
    Una buena crónica del evento. Qué envidia, me hubiese encantado asistir a ese fabuloso concierto, en ese fabuloso marco, y a ser posible, acompañado por esa fabulosa belleza...
    Besos desde Andalucía.

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  3. Sales muy linda, Setefilla. Acorde a la grata ocasión.

    Debo decir que este evento ha despertado mi interés. Dios, qué solemne ha de ser.
    Tú crónica, simplemente sentida. Tienes esa canal, ese elefante blanco,
    esa bellísima particularidad de hacerme sentir —a mí, tu lector— parte
    de lo que sientes al escribir, al volverte letras. Hablo por mí, pero estoy seguro,
    pongo mi firma y mi sello a que no soy solo yo, sino somos muchos.
    El último párrafo, qué buen poema (Si mis manos pudieran deshojar).

    Un abrazo, Setefilla.

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  4. Muchas gracias, David, por todo. Eres un lector muy generoso en tus palabras,es una alegría tenerte por aquí.Respecto de "Ciclo Granada y Lorca", creo que puedes ver pasajes de los espectáculos-poemarios que cito, en Youtube.
    Gran abrazo.

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