lunes, 21 de octubre de 2013

CUENTO SIN 'U'

Caminaba distraídamente por el camino y de pronto lo vio.
Allí estaba el imponente espejo de mano, al lado del sendero, como esperándolo.
Se acercó, lo alzó y se miró en él.
Se vio bien.
No se vio tan joven , pero los años habían sido bastante bondadosos con él.
Sin embargo, había algo desagradable en la imagen de sí mismo.
Cierta rigidez en los gestos lo conectaba con los aspectos más agrios de la propia historia:  
La rabia,
el desprecio,
la agresión,
el abandono,
la soledad.  
Sintió la tentación de llevárselo, pero rápidamente desechó esa idea.
Ya había bastantes cosas desagradables en el planeta para cargar con otra más.
Decidió irse y olvidar para siempre ese camino y ese espejo insolente.
Caminó por horas tratando de vencer la tentación de volver atrás hacia el espejo. Ese misterioso objeto lo atraía como los imanes atraen a los metales.
Resistió y aceleró el paso.
Tarareaba canciones infantiles para no pensar en esa imagen horrible de sí mismo.
Corriendo, llegó a la casa donde había vivido desde siempre, se metió vestido en la cama y se tapó la cabeza con las sábanas.
Ya no veía el exterior, ni el sendero, ni el espejo, ni la imagen de él mismo reflejada en el espejo; pero no podía evitar la memoria de esa imagen:  
La del resentimiento,
la del dolor,
la de la soledad,
la del desamor,
la del miedo,
la del menosprecio.  
Había ciertas cosas indecibles e impensables...
Pero él sabía donde había empezado todo esto.
Empezó esa tarde, hacía treinta y tres años...
El niño estaba tendido, llorando frente al lago el dolor del maltrato de los otros.
Esa tarde, el niño decidió borrar, para siempre, la letra del alfabeto.
Esa letra.
Esa.
La letra necesaria para nombrar al otro si está presente.
La letra imprescindible para hablarle a los demás, al dirigirles la palabra.
Sin manera de nombrarlos dejarían de ser deseados...
y entonces no había motivo para sentirlos necesarios...
se sentiría, por fin, libre...
 
 
EPILOGO:
Escribiendo sin "U"
puedo hablar hasta el cansancio de mí,
de lo mío, del yo,
de lo que tengo,
de lo que me pertenece...
Hasta puedo escribir de él,
de ellos
y de los otros.
Pero sin "U"
no puedo hablar de ustedes,
del tú,
de lo vuestro.
No puedo hablar de lo suyo,
de lo tuyo,
ni siquiera de lo nuestro.
Así me pasa....
A veces pierdo la "U"....
y dejo de poder hablarte,
pensarte, amarte, decirte.
Sin "U", yo me quedo pero tú desapareces...
Y sin poder nombrarte,
¿cómo podría disfrutarte?.
Como en el cuento... si tú no existes,
me condeno a ver lo peor de mí mismo
reflejándose eternamente,
en el mismo
mismísimo
estúpido
espejo.
 
"Cuentos para pensar"/Jorge Bucay
2007/Argentina


Mejor con tu opinión, gracias.

7 comentarios:

  1. (...) en el mismo estúpido espejo.
    Buenas tardes a los que asomen por aquí. Dejo otro de los cuentos increíbles de Don Jorge; este me engancha especialmente.
    Os espero.
    Un abrazo
    Setefilla

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  2. GENIAL te he leído mucho. (Nunca bastante) en varias ocasiones me has hecho disfrutar de lo lindo, no sabría decirte el motivo, pero en esta ocasión ¡woow! ... INCREIBLE, COJONUDO, LA LESHÉ...

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    1. No me extraña esa exclamación, Antonio; Las metáforas de que se vale el piscólogo Jorge Bucay en sus cuentos para hacer que nuestra vida sea más fácil, son sencillamente geniales, tú lo has dicho, también todo lo demás, jaja.
      Un besote, y gracias por pasar.

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  3. Muy bueno, Sete! Las malas jugadas que nos hace la mente... Y las "U" que tantas veces nos ahorramos de pronunciar y hasta de olvidar, para protegernos de tanto dolor. Porque -y aunque el precio es muy alto- muchas veces es la única forma de sobrevivir a tanto dolor.
    Lo has bordado, amiga. Un beso enorme para tí!

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    1. "(...) las "U" que tantas veces nos ahorramos de pronunciar y hasta de olvidar, para protegernos de tanto dolor"; Es exactamente así como sucede, Bee. En este genial cuento, Bucay, deja expuestas muchas emociones y las consecuencias de estas, luego el lector saca su propio aprendizaje, como es natural.
      Gracias por venir.(Tengo mucho por leer en tu blog, sé que disfrutaré)
      Un abrazo

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  4. Un excelente ejercicio literario que esconde mucho de enseñanza: la importancia de todas las letras para decirnos.
    Un abrazo.
    HD

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  5. Me alegra verte de nuevo, Humberto. Muy agradecida por tu lectura y comentario.
    Un abrazo de vuelta.
    Setefilla

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