domingo, 19 de enero de 2014

EL NÚMERO NUEVE SEGUIRÁ HENDIENDO LA DAGA



 
©Oye esta pobre música. Antes que hayas terminado de pestañear habrá hendido en tu garganta su daga de níquel, pero, ¿conociste una daga más codiciada? ¿Te has dolido alguna vez de una grieta más complaciente? Ahora no pienses, sino dale calor con tu sensible vena. Asúmela despacio, casi a tientas y, déjala en la fatiga de su llaga abierta boquear. En tanto, hazle saber que es amada, dile que el compadecido arrullo de tu voz en su luto la acompaña. Comprendo que te haya obligado a cerrar los ojos, mas, aún el puño que atesora su melancolía seguirá hendiendo la daga. Llegará a salir la punta por tu espalda y tú… Tú seguirás elevándote, estremeciéndote por el duelo más hermoso de cuantos te enconaron. Qué hermosa tristeza, ¿verdad? Este violín es el útero amaderado de una matrona. Y la música que este violín alumbra es finísimo hilo de sangre, en el aire se estira y estira, indeleble mas, tan debilitada…Yo la busco a ella y a su cándido acento, y ella… Ella serpentea en alguna parte, busca la tibia carne de mi oído.
 
Setefilla A
Mejor con tu opinión, gracias.


9 comentarios:

  1. Precioso texto. Mira, te cuento, yo aprendí a escuchar el violín en la literatura y no en los discos o conciertos, claro era todavía muy joven. Te explico: leía a Conan Doyle, es decir, a Sherlock Holmes, y, en los parágrafos donde se ponía a tocar su tristeza y su melancolía yo era capaz de sentir lo mismo. Luego quise más y me puse a escuchar a los de verdad. Música y palabras como palabras que suenan a música. Eso es este blog.

    Besos

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    1. Francisco, es verdad que aprendemos de manera indirecta o inconsciente algunas cosas, y tarde o temprano, lo aprendido aflora, por eso hay que escoger bien, y tú lo hiciste con Sherlock. Gracias también esta vez.

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  2. Belleza pura. La música y un texto que hacen que se erice la piel y el que no se conmueve, seguro está muerto. Muerto en vida. Es la belleza de la agonía. Me ha encantado, Sete. Un beso enorme. Y gracias por este instante de cielo.

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    1. Un instante de cielo? Hum, me gusta...
      Gracias, una vez más, por tu tiempo.
      Cálido abrazo para ti.
      Sete.

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  3. Bello, muy bello. Además establece una conexión muy directa con una experiencia reciente: Estación de trenes del fin del mundo. Un mundo de turistas de todas las nacionalidades. Suena una orquesta de tango y acapara la atención de todo el mundo un solo de violín prodigioso...

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    1. Bienvenido, peregrino. Imagino que hablas de alguna película que desconozco. Esta pieza en particular y que me estremece tanto es uno de los nocturnos de Chopin, su Opus N. 9, Tristesse. Te agradezco la visita y el comentario. Saludos.

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  4. Unas palabras que hace fiel justicia con el maestro del violín. Gracias por esta maravillosa entrada. Un fuerte beso, Anna

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    1. Gracias a ti, siempre, por venir a leer y dejar tu impresión.
      Un abrazo, Anna.
      Sete.

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