B a l d í a e s t á l a t o n a d i ll a
Setefilla Almenara Jiménez
(Granada)
Dijeron ellas, las que cuando paseábamos
de la mano al pasar callaban.
«Esa que arriba está nunca más fue esa,
bola que brilla y redondea no más fue,
desde aquel día»
Tras la reja los portales arrullaban
el amor que por los cuellos resbalaba,
cual se buscaran dos lenguas de fuego,
desde que tú y yo no éramos,
despedían al ocaso —decían—
el tañido hueco de un te quiero.
Que decían que a tu risa yo la lloraba con rigor,
que cuando yo reía, a ti te veían llorando.
De hombres está a las cuatro la taberna llena
y en el peñasco junto a la cruz
que da entrada al pueblo,
sentado en las tardes rojas,
ay al lado de tu sombra de hollín sentado,
decían descalzo, la mirada en la sinrazón caída,
verte silbando la tonadilla de la sangre blanca.
«Ella es la luz escrita, yo canto a la clara ilusión... »
Qué frágil y sin espíritu la carne amante
cuando abatida se muestra, —decían—
Qué debilidad la tuya, amor, ¡cuánta fue!
Mas yo sé del pesar morado de la luna,
yo del rumor agudo de los portales,
sé de mis risas en laberinto turbio,
del reseco llanto de tu párpado sé.
Qué debilidad la mía, amor, ¡cuánta fue!
Era un soniquete sin tuerca merodeando
la cruz en que te apagabas.
En las aceras desmayen, comadres,
la lengua sobre las aneas,
no es la distancia garantía de salvación.
Sepan las de las pañoletas y las peinas,
las de la frente breve,
en aquella mi cárcel las rojas tardes
se oía el silbido despintado de mi voz también
¡qué quejumbre en la memoria allá
en la distante distancia!
En canal abierta veíase,
la osamenta quebrada
de la tonadilla nuestra.
Dijeron ellas, las que cuando paseábamos
de la mano al pasar callaban.
«Esa que arriba está nunca más fue esa,
bola que brilla y redondea no más fue,
desde aquel día»
Tras la reja los portales arrullaban
el amor que por los cuellos resbalaba,
cual se buscaran dos lenguas de fuego,
desde que tú y yo no éramos,
despedían al ocaso —decían—
el tañido hueco de un te quiero.
Que decían que a tu risa yo la lloraba con rigor,
que cuando yo reía, a ti te veían llorando.
De hombres está a las cuatro la taberna llena
y en el peñasco junto a la cruz
que da entrada al pueblo,
sentado en las tardes rojas,
ay al lado de tu sombra de hollín sentado,
decían descalzo, la mirada en la sinrazón caída,
verte silbando la tonadilla de la sangre blanca.
«Ella es la luz escrita, yo canto a la clara ilusión... »
Qué frágil y sin espíritu la carne amante
cuando abatida se muestra, —decían—
Qué debilidad la tuya, amor, ¡cuánta fue!
Mas yo sé del pesar morado de la luna,
yo del rumor agudo de los portales,
sé de mis risas en laberinto turbio,
del reseco llanto de tu párpado sé.
Qué debilidad la mía, amor, ¡cuánta fue!
Era un soniquete sin tuerca merodeando
la cruz en que te apagabas.
En las aceras desmayen, comadres,
la lengua sobre las aneas,
no es la distancia garantía de salvación.
Sepan las de las pañoletas y las peinas,
las de la frente breve,
en aquella mi cárcel las rojas tardes
se oía el silbido despintado de mi voz también
¡qué quejumbre en la memoria allá
en la distante distancia!
En canal abierta veíase,
la osamenta quebrada
de la tonadilla nuestra.
Me deja sin palabras tu poema...y también el acierto en la selección de la imagen. Por momento me he sentido tatuada mientras te leía...
ResponderEliminarGracias, un placer...
Gracias a ti siempre, por leer, por dejarte llevar por mi poética.
EliminarUn besazo
Querida Sete, esto es para leer en una parada en el paseo de los Tristes, en esa última luz del día que antecede al desván de todos los misterios. Se siente un escalofrío ante esa tonadilla (que imagino en re menor). Toda la melancolía cabe en esas palabras. Y más.
ResponderEliminarUn beso.
EliminarQuerido Juan;
"(...) en el paseo de los Tristes, en esa última luz del día que antecede al desván de todos los misterios".
Amén.
Gracias.Otro beso.
Es un poema un poco triste para comenzar el día. A cambio, quedas impregnado de sentimiento e imágenes muy nítidas. Pura poesía, escritora.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
...Cachis, debiste leerlo por la noche... ;D
EliminarMe encantó impregnarte de sentimiento, aún así, contentísima quedo.
Te abrazo, amigo.
Todas somo un poco tonadilleras... Las de antes y las de, ahora.
ResponderEliminarHe leído a Setefilla y por mis ojos han pasado las escenas de "Carmen de Aranda" o de nuestra tonadillera enamorada... Historias de amor y amargura.
Pletórica y sabia, como los del 27. Te pude en face y voy a enlazar tu blog al mío.
Besos, amiga
PD. Gracias por tu regalo, ¡me encantó!
EliminarLo somos, Anna. Dejemos que nuestra prota hable por boca nuestra...
Qué precioso comentario me haces, gracias por este regalo, otro más. Y gracias también por promocionar este blog en Face, y por ponerlo visible en el tuyo, eres muy generosa.
Besotes, escritora.
Querida Sete.
ResponderEliminarHe disfrutado de nuevo leyendo varios de tus escritos. Me ha hecho muchísima ilusión reencontrarte.
Ten seguron que no me permitiré dejarte apartada.
Muchos besos.
ResponderEliminar¡Gabriel...! Me tienes con la sonrisa de oreja a oreja al verte aquí, amigo.Gracias por venir. Y espero poder ofrecerte cosas que despierten tu interés, también en este espacio.
Muchos besos de vuelta.
Y olé. Precioso, Setefilla, mi más sincera enhorabuena. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy satisfecha porque te gustara, Alfredo.
EliminarGracias por pasar.
Abrazo de vuelta.
Sete
Mirada de sol que despunta
ResponderEliminarlos acordes de este corazón;
y esa guitarra del sur
que viene hacia mi
como brisa de la mañana.
"no es la distancia garantía de salvación"
no todas las distancias son geográficas,
no todo el tiempo puede medirse
con relojes y calendarios;
y suena una guitarra desde el sur.
Setefilla te llamas,
Sete te dicen,
y tu lápiz siempre tan manso.
Suena una guitarra de sol
entre morisca y andaluza,
entre fuentes de agua y
patios sin tiempo,
y "la osamenta quebrada"
Sete te dicen y,
tu nombre siempre me suena
como la tonadilla que me llega.
Besos,mi bella Sete.
Ay, amigo, tus comentarios son muy estimulantes, gracias también esta vez por interesarte por mis letras e inspirarte en el blog para estos agradables versos (te sonrío).
EliminarSete
¡¡He quedado deslumbrada!!
ResponderEliminarPor dios que buena poeta que eres. Te dejo mi admiración y volvere para emborreacharme con tu poesía.
Gracias.
mariarosa
Bienvenida, María Rosa, encontrarás toda mi poesía aquí y también otros contenidos en prosa. Espero poder llevarte al coma etílico, pero del bueno.
EliminarMuchas gracias por tu visita.
Saludos atentos.
Sete
UNA LÍRICA MUY BONITA. ME GUSTA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Me encantó, Sete, hasta pude imaginarla con música.
ResponderEliminarPero hay algo que no entendí, los primeros comentarios son del 2013 y sin embargo aparece publicada en abril del 2014.
En fin... que me ha gustado.
Un beso grande.
HD
Me alegro, amigo.
ResponderEliminarBueno, la explicación es que quería traer el poema a la primera pág. de nuevo, pero no quería sacrificar los comentarios que ya había.
Un abrazo
Sete