Tiempo de naranjas |
**© BAJO EL SOL TENDIDO **
Setefilla Almenara Jiménez
Bajo el sol tendido
de mi tierra petenera
madre, siempre estoy.
Para que, por la cabeza,
me entre el fuego fatuo
que ponga morenas
a las mujeres que no soy.
La carne divina mía
la que pura dijeran
ellos, los hombres
que me han amado.
¿Para qué me hiciera, madre,
callada y bonita
tu teta de amor templado?
Las cosas de los machos
yo no las entiendo,
que yo me agarro
a un moreno
como me agarrara
a un clavo ardiendo.
Adentro de sus párpados
como una red oceánica
tiro mis pupilas
para yacer con ellos,
y de su fiera hombruna,
me espanto.
Ellos para mí, qué guardan
sino la palabra de esparto,
cuánto comprenden
de mi entraña,
en qué lugar les cita
mi alma,
para que hablemos.
Qué dices tú que tienen
para esta hija tuya
en tu nana susurrante
de los paños lavandera.
«Todos los hombres se parecen
niña, el limonero:
penden del nido los limones
se lustran después
y se ponen gualdas,
se arrancan luego al mundo
buscando unos pechos
que les den consuelo»
Pero, madre, noto un ciclo
de juventud que no termina,
céleres siento rodar sus muslos
por encima de mis costillas
¿y cómo tengo yo que sujetarlos?
Los brazos, ¿cómo los pongo?
Pero yo los quiero madre
mirar hermosos.
Se doblan sobre sí los hombres,
se recogen en mis tobillos
y achicándose besan mis pies
y los toman entre sus manos.
Se llevan como al tabaco
mi voluntad chiquilla,
y en donde pongo un hombre
los lazos de eternidad
estoy echando.
¿Para qué me hiciera, madre,
callada y bonita
tu teta de amor templado?
Las cosas de los machos
yo no las entiendo.
Pero yo los quiero madre
mirar hermosos.
Tiempo de naranjas/Bubok Publishing
Mejor con tu opinión, gracias.
ResponderEliminar"Vení a dormir conmigo, no haremos el amor, él nos hará" /Julio Cortázar. Escritor
Yo leo tus textos en voz alta, porque me gusta la música, porque me creo que es la mejor forma de leer poesía.
ResponderEliminarY puedes mirarme, que yo no cobro.
Un beso.
HD
Una práctica que comparto y que hay que recomendar.
EliminarTe miro.
Besos
Sete, precioso poema. Aunque nos costaliza como no apreciadores de tu unicidad maravillosa.
ResponderEliminarOpuesto al caso de éste que escribe quien te contempla siempre en trance mesmerizado, y que diera por llegar a tu cielo.
Besos.
Querido Carlos, te aseguro que soy una mujer corriente. La admiración por lo masculino da sentido a mi poesía. Oye, ¿Te has dado cuenta que tu comentario es un poema?Veamos:
EliminarEste que escribe
quien te contempla
siempre en trance
mesmerizado
y que diera por llegar
a tu cielo.
Introducción a un poema que se presume bueno. Gracias por venir.
Me ha gustado venir a leerte. Un trampolín que valió la pena.
ResponderEliminarBesitos.
Bienvenido, Ricardo. Me alegra que fuera así.
EliminarUn saludo.
PRECIOSO TEXTO!!!!!! HERMOSO...! TODO SENTIMIENTOS.
ResponderEliminarBESOS
Precioso poema lorquiano que te lleva con su música de verso en verso. ¡Enhorabuena! un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, poeta. Los andaluces no podemos obviar a Lorca.
EliminarUn beso.
Hermoso poema. Tal cual, leyeras a esos buenos escritores de antaño...
ResponderEliminarPara mí los más inspiradores, Anna.
EliminarMuchas gracias.
Abrazos.
Bello. Me quedo leyendo.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, Liz, bienvenida.
ResponderEliminarSaludos.